El Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Deportes, y en colaboración con la Federación Insular de Lucha Canaria, ha dado inicio a la temporada 2024-2025 de las Escuelitas de Lucha Canaria, una iniciativa que involucra a seis escuelas de toda la isla y a un total de 150 niños y niñas. Este programa, que fomenta el deporte autóctono, cuenta con financiación íntegra de la institución insular.
Una apuesta por la tradición y el futuro
El consejero de Deportes, Luis González, subrayó la importancia de este proyecto para preservar y difundir la cultura majorera:
“Estamos muy ilusionados con el inicio de estas escuelitas. Como lo hemos dicho siempre, la lucha es nuestra joya de la corona en lo que a juegos autóctonos y deportes tradicionales se refiere. Entendemos que esta es la apuesta segura: el futuro de la lucha canaria en Fuerteventura se garantiza a través de tener escuelas que trabajen con seriedad, rigor y pensando en lo mejor para las generaciones que vienen”
Primera liga de Escuelitas: una temporada competitiva
Por primera vez, los equipos participantes competirán en una liga organizada en cinco jornadas, donde se enfrentarán entre sí para ganar puntos en la clasificación. La competición culminará con una sexta jornada que definirá la tabla final y los equipos que participarán en la gran final.
El presidente de la Federación Insular de Lucha Canaria, Martín Cano, destacó la creciente participación y el papel clave de los entrenadores en las escuelas:
“Gracias al trabajo que están haciendo los monitores en las escuelitas, cada día aumenta la participación de niños y niñas”
Un futuro prometedor para la Lucha Canaria
El programa de Escuelitas de Lucha Canaria no solo fomenta la práctica deportiva entre los más jóvenes, sino que también refuerza el sentido de identidad cultural y tradición de Fuerteventura. Este esfuerzo conjunto entre el Cabildo y la Federación Insular garantiza que la lucha canaria siga siendo un pilar del patrimonio deportivo de la isla.
La temporada 2024-2025 promete ser un paso más en la consolidación de este deporte, no solo como actividad física, sino como legado vivo de la cultura majorera.