El presidente del Cabildo de Lanzarote, Oswaldo Betancort, ha manifestado su profunda tristeza e impotencia ante el aumento del flujo migratorio hacia las costas canarias en los primeros días de 2025.
“Es desgarrador comenzar el año con escenas como estas. Personas jugándose la vida en el mar en busca de un futuro mejor, mientras que nuestra capacidad como sociedad para dar respuesta a esta crisis humanitaria, se sigue viendo desbordada”, declaró Betancort, visibilizando la gravedad de la situación.
El presidente subrayó que Lanzarote sigue siendo un punto clave en las rutas migratorias y recalcó que estas tragedias no deben normalizarse. “No podemos ni debemos normalizar estas tragedias. Cada vida cuenta, y cada rescate es un recordatorio de la urgencia de implementar soluciones estructurales y humanitarias adecuadas”, afirmó, destacando la necesidad de más recursos materiales y humanos.
Un fenómeno estructural y desbordante
Por su parte, el consejero de Bienestar Social, Marci Acuña, lamentó el repunte de llegadas y calificó el fenómeno como estructural. “Nos sentimos totalmente abandonados”, expresó, señalando que el Cabildo no puede asumir en solitario la acogida de los menores no acompañados.
“Necesitamos ayuda por parte del Estado. Lanzarote ha demostrado su capacidad de solidaridad y acogida, pero no podemos asumir solos esta responsabilidad”, añadió Acuña, pidiendo un reparto equitativo entre comunidades autónomas y una acción coordinada del Gobierno central para garantizar una atención digna a las personas migrantes.
Cifras alarmantes de una crisis en crecimiento
El año 2024 finalizó con la llegada de 4.296 personas en 84 embarcaciones a Lanzarote, de las cuales 562 eran menores no acompañados. En los primeros días de 2025, la situación ha empeorado: 13 embarcaciones y 822 personas ya han alcanzado las costas de la isla, marcando un inicio de año alarmante.
Actualmente, los centros de acogida de Lanzarote, diseñados para ofrecer atención profesionalizada a menores no acompañados, están al límite de su capacidad, con 176 menores atendidos, de los cuales 83 están bajo la gestión del Cabildo y 93 bajo el Gobierno de Canarias.
Como medida extraordinaria, se han vuelto a habilitar las carpas de Puerto Naos, un espacio destinado a emergencias temporales que refleja la insuficiencia de los recursos disponibles. Betancort criticó la falta de planificación y acusó al Gobierno de España de inacción: “Este espacio improvisado evidencia la dejadez de funciones y la falta de soluciones estructurales”, sentenció.
Llamado urgente a la acción
Betancort y Acuña reiteraron la necesidad de reforzar el control fronterizo con herramientas como el SIVE (Sistema Integrado de Vigilancia Exterior), pero insistieron en abordar la crisis desde un enfoque humanitario. “Esta es una situación desesperante que exige medidas urgentes y extraordinarias. No podemos hacerlo solos”, concluyó Betancort, apelando a la solidaridad y responsabilidad del Estado y de las comunidades autónomas para enfrentar una de las crisis humanitarias más graves que afecta a Canarias.