El Cabildo de Fuerteventura refuerza la protección del Saladar de Jandía con la reposición de su vallado

El único humedal canario incluido en la red Ramsar es clave para la biodiversidad de la isla y se prioriza su conservación mediante nuevas medidas

El Saladar de Jandía, un enclave único en Canarias y el único humedal del archipiélago incluido en la red Ramsar, está recibiendo trabajos de reposición de su vallado por parte del Cabildo de Fuerteventura, a través de la Consejería de Medio Ambiente y Caza.

La actuación, encomendada a Gestión y Planeamiento Territorial y Medioambiental (Gesplan), tiene como objetivo preservar el valor medioambiental de este espacio protegido, vital para la biodiversidad de la isla.

Importancia de los humedales

La presidenta del Cabildo, Lola García, subrayó la relevancia de estos espacios. “Los humedales son un punto fundamental de biodiversidad, por lo que debemos protegerlos. Al mismo tiempo, es igual de importante seguir concienciando sobre su importancia y conservación”, destacó.

Por su parte, el consejero de Medio Ambiente y Caza, Carlos Rodríguez, destacó el carácter estratégico de esta actuación. “Preservar los espacios naturales con especial significado como el Saladar de Jandía es una acción estratégica tanto para la fauna y flora que en ellos habitan como para el bienestar de residentes y visitantes y el desarrollo de las economías asociadas a la conservación de la naturaleza”, afirmó.

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La presidenta del Cabildo, Lola García y  el consejero de Medio Ambiente y Caza, Carlos Rodríguez

Detalles de la intervención

Una cuadrilla de Gesplan se encuentra reponiendo dos de los tres tramos del vallado del Saladar de Jandía. Esta infraestructura es esencial para controlar la afluencia de bañistas y visitantes, evitando impactos negativos en el ecosistema. Los trabajos incluyen el uso de travesaños de madera tratada, apoyados en postes anclados sobre bases hormigonadas, garantizando una estructura sólida y respetuosa con el entorno natural.

El Saladar de Jandía ocupa más de 115 hectáreas protegidas en una franja costera de dos kilómetros de longitud y medio kilómetro de anchura. Este espacio alberga un ecosistema de matorral halófilo termoatlántico, con especies vegetales adaptadas a la salinidad y la inundación como el balancón, la siempreviva, la salicornia, el alhelí o el cardón de Jandía.

Refugio para aves

El humedal también es un refugio para diversas especies de aves marinas y migratorias, que encuentran en sus charcas y matorrales un lugar para alimentarse, descansar y nidificar. Entre las aves que frecuentan la zona destacan el chorlitejo patinegro, el zarapito trinador, la garceta común, el águila pescadora y, ocasionalmente, el flamenco común.

Con estas acciones, el Cabildo refuerza su compromiso con la conservación y protección de uno de los enclaves medioambientales más valiosos de Canarias, asegurando su sostenibilidad para las generaciones futuras.