Luz verde a la novena excavación en el yacimiento arqueológico Lobos I

Los trabajos amplían la zona de investigación en casi 400 metros cuadrados al norte del área ya excavada, tras detectarse nuevas zonas de interés en 2023

El Cabildo de Fuerteventura, el Organismo Autónomo de Museos y Centros del Cabildo de Tenerife (OAMC) y la Universidad de La Laguna desarrollan del 4 al 22 de noviembre la novena campaña en el yacimiento Lobos I, uno de los proyectos arqueológicos más importantes de Canarias.

Durante la campaña realizada en 2023, un sondeo con georradar en Playa de La Calera permitió identificar posibles áreas fértiles no conocidas, lo que ha llevado a ampliar el yacimiento romano de Lobos. Por esta razón, los trabajos de este año extienden la zona de investigación en 370,598 metros cuadrados al norte del área previamente excavada.

Los trabajos están codirigidos por Mercedes del Arco Aguilar, conservadora del Museo Arqueológico de Tenerife; María del Carmen del Arco Aguilar, catedrática de Prehistoria y profesora de la Universidad de La Laguna; e Isidoro Hernández Sánchez, director del Museo Arqueológico de Fuerteventura. El equipo contará, como es habitual, con un grupo multidisciplinario.

Historia del yacimiento Lobos I

La intervención arqueológica en la playa de La Calera, en el islote de Lobos, comenzó en 2012 con el objetivo de investigar un hallazgo casual de materiales cerámicos de procedencia romana. Gracias a un convenio de colaboración entre el Cabildo de Fuerteventura y OAMC, se han llevado a cabo hasta ocho campañas arqueológicas, con la participación de la Universidad de La Laguna y empresas como Binter Canarias, que facilita los transportes interinsulares.

Hasta la fecha, las excavaciones han abarcado aproximadamente 520 metros cuadrados, y la investigación ha calificado el yacimiento como un taller de púrpura, un colorante muy valorado en la antigüedad extraído de la cañaílla.

Datado mediante radiocarbono y manufacturas encontradas, el yacimiento romano de Lobos convierte a Canarias en el límite del Imperio Romano en el Atlántico centro-oriental, con un variado registro arqueológico que se expone actualmente en el Museo Arqueológico de Fuerteventura.

Entre los hallazgos destacan los restos de malacofauna que evidencian la explotación de la púrpura, así como diversos instrumentos esenciales para las distintas etapas de la producción. El registro material incluye piezas líticas, metálicas y restos de fauna terrestre y marina, lo que permite conocer los hábitos y actividades de las personas que habitaron Lobos durante su estancia en el islote.