La Guardia Civil de Fuerteventura ha investigado a una persona de 30 años como presunta autora de los delitos de estafa, suplantación de identidad, falsedad documental y blanqueo de capitales, después de que adquiriera dos vehículos por valor de 22.000 euros mediante créditos fraudulentos en concesionarios de la Comunidad de Madrid. Los hechos fueron investigados en el marco de las funciones de la unidad especializada en la lucha contra la ciberdelincuencia.
La investigación comenzó el 11 de abril de 2024, cuando la víctima presentó una denuncia tras darse cuenta de que había sido estafada. El delito se originó en julio de 2023, cuando la víctima intentó alquilar una vivienda vacacional y pagó 150 euros en concepto de reserva.
El supuesto arrendador solicitó documentación personal, como el DNI, nómina laboral y copia de la declaración de la renta, con el pretexto de agilizar los trámites del alquiler. Tras enviar la documentación y abonar el dinero, la víctima no volvió a saber nada del arrendador, dándose cuenta más tarde de que había sido engañada.
Sin embargo, la estafa no terminó ahí. En febrero de 2024, al intentar obtener un préstamo hipotecario en su banco, la víctima fue informada de que no podía acceder al crédito debido a varias deudas a su nombre, correspondientes a otros préstamos que nunca había solicitado. Esto motivó la denuncia a la Guardia Civil, que inició una investigación para rastrear el origen de esos créditos fraudulentos.
La investigación reveló que los créditos estaban relacionados con la compra de dos vehículos en concesionarios de Madrid, los cuales fueron adquiridos con los datos personales de la víctima obtenidos durante la estafa inicial del alquiler de la vivienda.
La Guardia Civil descubrió que los vehículos habían sido transferidos a nombre de la supuesta autora de los hechos, utilizando contratos de compraventa falsificados. Estos vehículos fueron luego vendidos a terceras personas, lo que permitió a los estafadores obtener un beneficio económico de las transacciones fraudulentas.
La Guardia Civil recomienda no compartir documentación personal con personas desconocidas o empresas que no estén habilitadas para tratar dicha información, ya que estos son los medios más comunes utilizados por los estafadores para obtener no sólo dinero, sino también datos personales que pueden ser utilizados posteriormente para cometer fraudes en nombre de las víctimas.